Natalia Sanchez Valdemoros nació el 5 de agosto de 1981 en Mendoza (Argentina), ciudad en la que sigue viviendo. Aunque en 2006 se recibió de Arquitecta en la Universidad de Mendoza, desde antes había decidido ser “artista a tiempo completo”. Desde entonces, su vida y sus pasiones han estado relacionadas siempre con el arte. En pintura, reconoce como maestros a Guillermo Garrido, con quien estudió 10 años y a Martín Villalonga, con quien lo hizo durante 3 años. “Haber sido su alumna ha sido un placer. Me han dejado cosas maravillosas y les estoy eternamente agradecida…”, expresó Natalia. Dentro del arte universal admira a Leonardo Da Vinci, Pablo Picasso, como padre del arte moderno, y a Joseph Beuys por su carácter conceptual, sus performances y happenings.

A mediados de 2012 mudó su taller al predio de la Estación Cultural Ciudad, nuevo circuito cultural de su ciudad natal, donde funcionan numerosos talleres y cursos para niños y adultos.

En su nuevo taller, donde trabaja gran parte del día, pinta, hace instalaciones, investiga técnicas, proyecta, sueña y concreta su arte.

El color siempre tiene un protagonismo especial en sus obras. A veces se expresa en obras “limpias de ideas”, pero también ofrecer otras conceptuales en las que considera que la estética debe subordinarse al servicio del mensaje. En su serie Fachadas, la artistareflexiona sobre “la cercanía y lejanía, al mismo tiempo, de las personas, las relaciones humanas y sus contradicciones. La idea es mostrar que las ventanas están muy cerca una de la otra y, al mismo tiempo, la gente está muy desconectada entre sí. Cada uno tiene su mundo diferente, pero pegado al otro.

En las diversas series, con osadía y temperamento, la obra de Natalia Sánchez Valdemoros se presenta transparente, sin nada que esconder, y en una clara referencia a la personalidad de la artista.